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November 30, 2011

Conan the Barbarian # 6 - Thomas & Windsor-Smith

Robert E. Howard created a continent, not only in words but also in thoroughly designed maps. Roy Thomas relies on this rich and vast geography to flesh out Conan’s exploits. As we’ve seen before, the barbarian is in constant movement, and he travels from one region to another, from the snowy lands of Asgard and Vanaheim in issues 1 and 2, to Hyperborea and Brythunia in issue 3, and then to Zamora in issues 4 and 5.

But his first experience in the ‘big’ city takes place on Shadizar the Wicked. For the first time, Conan will pay the price for his youthfulness and naiveté. The ways of the city are not the ways of his barbaric home: within the bejeweled gates of Shadizar, the Cimmerian’s skill with the sword and his enormous strength will barely save his life.

“Devil-Wings Over Shadizar” (published in June 1971) begins with Conan overhearing a couple of thieves who cannot agree on how to divide their loot: 3 objects of gold; in his young mind, the answer is obvious… as 3 cannot be divided in 2, he will take the remaining gold artifact. Of course, the thieves don’t take kindly to his suggestions, and in a quick scuffle Conan defeats them and takes it all. What’s most interesting about this scene, is that it is the first apparition of Fafnir, a redhaired Vaenir that will later on become Conan’s ally in one of the most important wars of the Hyborean age.

As it has been stated on previous posts, Conan is a hotheaded young male that cannot overcome the temptation of having a wench between his arms. When Conan asks a bartender for a drink, his pouch filled with gold is quickly noticed by an attractive blonde girl that immediately attempts to seduce the Cimmerian. Evidently, she doesn’t have to make much of an effort, as the barbarian’s thirst cannot be quenched only with a flagon of wine.

Jenna, is the name of this seductive young woman, and she persuades Conan to have all his gold together so that he can carry it more easily. And after their first date, she’s kidnapped by a group of men in red robes, religious zealots that make human sacrifices in honor of their unnatural god, a creature that lives only in the night and consumes the body of a virgin every full moon.

Although he barely knows her, Conan risks his life entering into the temple and attacking this dark creature which is, in fact, a monstrous, giant bat. After a savage fight, Conan saves Jenna’s life and manages to kill the beast just outside the city, but he’s left unconscious. When he wakes up he makes a startling discovery: “Dream golden dreams, she whispered. But I got the dreams--- and she, the gold. So fare thee well, ancient city. At last I know why they named thee Shadizar the Wicked. I shall pass again thru your great bejeweled gates--- when next I have gold that can spare the losing”. Injured, without sword or horse, and robbed of his gold, Conan continues his journey, even if he has to do so on foot.

Barry Windsor-Smith provides us with stunning images from the get go. The first page alone is a wonderful exercise of perspective, architecture and urban texture. The scene in the bar is yet another instance of Barry’s detailed background: people talking, or dancing or even wrestling give a very naturalistic atmosphere to this sequence. The last page is a fine example of visual poetry, composed entirely by wide frames: the first one is a establishing shot; the next ones are close ups that brings us closer to Conan’s face, and then, the focus slowly moves away from the character, giving us a final frame that resembles the first one. Barry’s style in this last page is completely different from his work in the first couple of issues. Everything, from the anatomic features of Conan’s face to the rendering of the hair (completely black before and here with a more exhaustive consistency), has changed. But this is nothing yet, as Barry will literally leave us in awe in upcoming issues. 
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Robert E. Howard creó un continente, no sólo con palabras sino con mapas minuciosamente diseñados. Roy Thomas se apoya en esta vasta geografía para guiar los pasos de Conan. Como hemos visto antes, el bárbaro están en constante movimiento, viajando de una región a otra, desde las tierras nevadas de Asgard y Vanaheim, en los primeros dos números, hasta Hiperbórea y Britunia en el tercero, y luego Zamora en los números 4 y 5.

Pero su primera experiencia en la 'gran' ciudad sucede en Shadizar la Perversa. Por primera vez, Conan pagará el precio de su juventud y su inocencia. Las costumbres de la ciudad son distintas a las del mundo bárbaro: pasando las enjoyadas puertas de Shadizar, la hablidad con la espada y la enorme fuerza del cimerio apenas bastarán para salvarle la vida.

"Alas demoníacas sobre Shadizar" (junio de 1971) empieza con Conan escuchando a dos ladrones que discuten cómo dividir su botín: tres piezas de oro. En la mente del bárbaro, la respuesta es obvia, como 3 no puede dividirse entre 2, él tomará el tercer objeto de oro. Por supuesto, los ladrones no aceptan su sugerencia ni en broma, y en una breve contienda Conan los derrota y se lleva todo. Lo más importante de esta escena es la primera aparición de Fafnir, pelirrojo vanir que después se convertirá en un aliado de Conan, en una de las guerras más importantes de la edad hibórea.

Como ha sido señalado oportunamente, Conan es un joven impulsivo que difícilmente puede resistir la tentación de los encantos femeninos. Cuando Conan pide una bebida, su bolsa llena de oro es notada rápidamente por una atractiva rubia que inmediatamente seduce al cimerio. Evidentemente, ella no tiene que esforzarse mucho, ya que la sed del bárbaro no puede ser saciada solamente con una garrafa de vino.

Esta seductora jovencita se llama Jenna, y persuade a Conan de tener su oro en el mismo lugar, para que sea más fácil de transportar. Luego de esta primera cita, ella es secuestrada por un grupo de hombres en hábitos rojos, fanáticos religiosos que hacen sacrificios humanos en honor a un dios monstruoso, una criatura que vive sólo de noche y que consume cuerpos de vírgenes cada luna llena.

Aunque apenas la conoce, Conan arriesga su vida entrando al templo y atacando a esta criatura de la oscuridad que, en realidad, es un murciélago gigantesco. Luego de una salvaje pelea, Conan salva la vida de Jenna y logra matar a la bestia en las afueras de la ciudad, pero queda inconsciente. Cuando se despierta descubre algo inesperado: "Sueña sueños de oro, susurró ella. Pero yo me quedé con los sueños--- y ella, con el oro. Así sea, que os vaya bien, antigua ciudad. Al fin entiendo por qué habéis sido nombrada Shadizar la Perversa. Atravesaré nuevamente tus umbrales enjoyados--- cuando nuevamente posea oro y pueda resistir su pérdida". Herido, sin espada ni montura, y sin oro, Conan continúa su viaje, aunque sea a pie.

Barry Windsor-Smith nos entrega imágenes extraordinarias desde el inicio. Sólo la primera página constituye un maravilloso ejercicio de perspectiva, arquitectura y textura urbana. La escena en el bar demuestra los detallados fondos de Barry: gente charlando, o bailando, o incluso forcejeando, le otorgan una atmósfera naturalista a esta secuencia. La última página es pura poesía visual, compuesta por viñetas largas: la primera es una toma panorámica; las siguientes nos acercan al rostro de Conan, y luego, la cámara se aleja poco a poco del personaje, dándonos una viñeta final que se asemeja a la primera. El estilo de Barry en esta última página es completamente distinto de su trabajo en los primeros números. Todo, desde las características anatómicas de la cara de Conan hasta la forma de dibujar su pelo (antes completamente negro y aquí con una consistencia más exhaustiva), ha cambiado. Pero esto no es nada, porque Barry nos dejará literalmente sin aliento en futuros números.