June 23, 2013

Jupiter’s Legacy # 1 - Mark Millar & Frank Quitely

1929. The Wall Street Crash. The richest men of the US lose their fortunes in a day. The working class loses absolutely everything. The country is in ruins. “America was the greatest idea in human history, the most resourceful people the world had ever known, and yet here we were reduced to breadlines and soup kitchens”. Sounds like fiction, but anyone with the slightest knowledge of American history will understand how serious the economic crisis of the 20s was. 

When people have no money and no hope, the entertainment industry thrives. It’s the need for escapism. That’s why two high school teenagers invented a character that was “faster than a bullet and stronger than a locomotive, able to leap tall buildings in a single bound”. It’s no coincidence that the greatest financial depression is accompanied by the creation of Superman and hundreds of superheroes (as well as extravagant movies that had little or nothing to do with the “real” world).

In Mark Millar’s opening chapter, however, something different happens. A bankrupted man seeks out a mysterious island he has inspected in his dreams. He’s accompanied by his brother, his wife and his closest friends. After arriving to the island they return to firm land “wrapped in costumes that raised the spirits of anyone who saw them”, their superhuman powers and abilities seem to rival only their high morals: “We didn’t care about money or politics. Our only desire was to serve our country and our infinite idealism inspired the best in everyone who came near us”... except, of course, their own children. Worshipped as demigods and super-celebrities, these heroes are the most famous people in the world, and of course their sons and daughters cash in their popularity, and bask in the unmerited glory of being the heirs of the saviors of the world. 
1929: America's darkest hour / 1929: la hora más oscura de Estados Unidos
The man who found the island is the world-renowned Utopian, a superhero similar to the father of the genre, the Man of Steel himself. Morality, decency and admiration for the American Way define him. He’s the team leader, responsible for defending the world against countless menaces. After 80 years, all the cool villains have been defeated, all the cosmic threats neutralized, and only the occasional supervillain escapee ruins the languid calm that has been established long ago. 
The Utopian: an old hero still active /
Utopian: un viejo héroe todavía activo

When one of those villains tries to escape, he’s attacked by the Utopian and his team. Utopian’s brother, perhaps out of mercy or simply out of boredom, enters into the enemy’s mind and takes him to a ‘psychic painting’ of his own creation. There both of them can experience the peacefulness of a blue lake, in a sunny afternoon. He does it, so that the villain won’t feel any pain as the superhumans break his spine and splinter his bones.  

The Utopian’s children, as usual, haven’t responded the emergency call. They’re somewhat occupied getting drunk or taking drugs, and they don’t give a damn about their parent’s old-fashioned sense of justice. Utopian’s brother is sick of the world they live in, he is against the ambition of the bankers that caused the crash in 1929 and the warmongers that profited thanks to the US tendency of declaring war to other nations. The economy is again in peril, Wall Street is out of control again and as a result people are losing their homes and realizing that food has become a luxurious commodity, while the kids of the superheroic generation continue to make millions thanks to publicity endorsements and the clever ways in which they exploit their fame. 

Mark Millar’s script is fascinating, and he has found the perfect artist for this project. Frank Quitely, perhaps the greatest artist of his generation. Quitely vigorously recreates the atmosphere of 1929 in the first pages, showing us the impoverished streets of New York, the tattered people that make lines to get some food, the dark alleys with homeless guys and the decadent scenario behind them. There is visual drama here, but also historical accuracy. The fighting sequence is as amazing as his work in “Flex Mentallo”, the psychic painting is an idyllic image, aggressively contrasted by the Utopian’s daughter and her habit of snorting cocaine.
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1929. La caída de Wall Street. Los hombres más ricos de Estados Unidos pierden sus fortunas en un día. La clase trabajadora pierde absolutamente todo. El país está en ruinas. "Estados Unidos fue la idea más grandiosa en la historia humana, las personas más recursivas que el mundo jamás había conocido y, sin embargo, aquí estábamos reducidos a hacer colas para el pan o para la sopa de caridad". Suena como ficción, pero cualquiera con el más mínimo conocimiento de historia estadounidense entenderá qué tan seria fue la crisis económica de los 20. 
The Utopian’s brother inside one his psychic paintings /
el hermano de Utopian dentro de una de sus pinturas psíquicas

Cuando la gente no tiene dinero ni esperanza, la industria del entretenimiento florece. Es la necesidad del escapismo. Es por eso que dos adolescentes, todavía en secundaria, inventaron un personaje "más rápido que una bala y más fuerte que una locomotora, capaz de saltar edificios de un sólo brinco". No es coincidencia que la más grande depresión financiera fuese acompañada por la creación de Superman y cientos de súper-héroes (así como extravagantes películas que tenían poco o nada que ver con el mundo "real"). 
Sin embargo, en el capítulo inicial de Mark Millar, sucede algo diferente. Un hombre en bancarrota busca una isla misteriosa que ha inspeccionado en sus sueños. Lo acompañan su hermano, su esposa y sus mejores amigos. Después de llegar a la isla retornan a tierra firma "envueltos en trajes que levantaban el espíritu de cualquier que los viese", sus habilidades y poderes sobrehumanos parecen rivalizar sólo con su elevada moral: "No nos importaba el dinero o la política. Nuestro único deseo era servir a nuestro país y nuestro idealismo infinito inspiró lo mejor en todos los que se nos acercaron"... excepto, por supuesto, sus propios hijos. Idolatrados como semidioses y súper-celebridades, estos héroes son las figuras más famosas del mundo, y desde luego sus hijos e hijas sacan provecho de esta popularidad, y retozan en la inmerecida gloria de ser los herederos de los salvadores del mundo. 

El hombre que encontró la isla es el mundialmente renombrado Utopian, un súper-héroe similar al padre del género, el mismísimo Hombre de Acero. Lo definen la moralidad, decencia y admiración por el estilo de vida norteamericano. Él es el líder del equipo, responsable de defender al mundo contra incontables amenazas. Después de 80 años, todos los villanos importantes han sido derrotados, todas las amenazas cósmicas neutralizadas, y sólo el ocasional villano fugitivo arruina la calma lánguida que ha sido establecida hace mucho.

Cuando uno de estos villanos intenta escapar, es atacado por Utopian y su equipo. El hermano de Utopian, tal vez por piedad o simplemente por aburrimiento, entra a la mente del enemigo y lo lleva a una 'pintura psíquica' de su propia creación. Allí, ambos pueden experimentar la paz de un lago azul, en una tarde soleada. Así, el villano no sentirá ningún dolor mientras los superhumanos rompen su columna y quiebran sus huesos.
The Utopian's daughter and her cocaine-addicted friends /
La hija de Utopian y sus amigos adictos a la cocaína

Los hijos de Utopian, como siempre, no han respondido la llamada de emergencia. Están un tanto ocupados emborra-chándose o drogándose, y no les importa un carajo el desfasado concepto de justicia de sus padres. El hermano de Utopian está harto del mundo en el que viven, está en contra de la ambición de los banqueros que causaron la caída de 1929 y los que lucran con los conflictos bélicos gracias a la tendencia de Estados Unidos de declararle la guerra a otras naciones. La economía está de nuevo en peligro, Wall Street está fuera de control otra vez y como resultado la gente está perdiendo sus hogares y dándose cuenta que la comida se ha convertido en un bien escaso; mientras tanto, los hijos de la generación superheroica continúan amasando millones gracias a la publicidad y la astuta manera en la que explotan su fama.

El guión de Mark Millar es fascinante, y ha encontrado al artista perfecto para este proyecto. Frank Quitely, quizás el mejor artista de su generación. Quitely recrea vigorosamente la atmósfera de 1929 en las primeras páginas, mostrándonos las calles empobrecidas de New York, la gente andrajosa que hace cola para recibir un poco de comida, los callejones oscuros con mendigos y el decadente escenario detrás de ellos. Hay un drama visual aquí, pero también rigor histórico. La secuencia de pelea es tan asombrosa como su trabajo en “Flex Mentallo”, la pintura psíquica es una imagen idílica, contrastada agresivamente con la hija de Utopian y su hábito de inhalar cocaína.

6 comments:

  1. My contempt for Mark Millar's work will prevent me from getting this book. It does sound like a cool concept, but I'm sure it will soon turn into a gory violent rape fest.

    Anyway, the art is very cool.

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    1. You should give Millar a chance. At least read Superman Red Son. Anyway, it's still too soon to tell how Jupiter's Legacy will turn out.

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  2. Para um primeiro número eu achei bom. Nada do outro mundo, mas com pernas para andar bem! O conceito é bom.
    ;)

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    1. Millar y Quitely hacen un gran trabajo. La historia es buena y el arte es una maravilla.

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  3. Leído el primer numero debo decir, aunque me cueste decirlo, que es una de las mejores premisas que a tenido un comic de millar en mucho tiempo, pero aun asi no tiene el mejor guion, no es malo pero el planteamiento para ser el numero uno de una miniserie, se lo toma muy simple, aunque eso no quiere decir q sea un mal comic ya que en mi opinión es el mejor comic q e leído del mes (aunque no e leído muchos comics este mes) si debo decir q vale la pena, la manera en la q millar desarrolla su historia, es como si en primer lugar, fuera un capitulo mas en la vida de estos superhéroes q cada vez están mas cerca de su fin. el arte simplemente espectacular, aunque tengo mis dudas sobre lo q podrá demorar quitely en un ritmo bimestral (el arte de cassaday sufrio mucho con lo del ritmo mensual de uncanny avengers)

    como me encantaría que millar volviera a DC muchas de sus actuales ideas vienen de ahí (superior (shazam), nemesis (catman) o la misma jupiter s legacy (kingdome come) todas tienen influencias de personajes DC y de historias q parecen que la editorial no aprobaría dentro, lastima porque el nivel actual de DC es realmente lamentable =(

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    1. La premisa es genial, y estoy seguro que conforme Millar desarrolle la historia quedaremos sorprendidos. Quitely ha tenido épocas en las que dibujaba a un ritmo más rápido, como cuando estaba trabajando con Millar en The Authority. No creo que la calidad de su trabajo se reduzca por tener un plazo de dos meses.

      Millar siempre ha expresado su admiración por personajes de DC, como Superman (y ahí está esa gran obra "Red Son"), pero con tanta interferencia editorial y problemas internos, trabajar en DC actualmente debe ser una pesadilla.

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